Este juego erótico catalogado como 'parafilia sexual' induce orgasmos súper intensos
La virtud de dar placer amamantando a tu pareja durante el acto sexual, ¿estás dispuesta a probarlo?
Los pechos son una de las grandes zonas erógenas de la mujer y además de los bebés, los adultos sienten auténtica fascinación por ellos. Existen muchas formas de jugar con ellos, lamerlos, pellizcarlo, acariciarlos… Pero, ¿qué pasaría si además de amamantar a tu bebé, pudieras también dar placer a tu pareja (y sentirlo tú misma) permitiéndole succionar la leche de tus pechos mientras tenéis sexo?
La lactancia materna tiene un componente sexual debido a factores fisiológicos. En un estudio realizado en 1999, aproximadamente entre el 33 y el 50 por ciento de las madres encontraban ‘erótica’ la lactancia materna, y entre ellas el 25 por ciento consideró sentirse culpable por esto. Este estudio corrobora un estudio de 1949 que determinó que en algunos casos la excitación era lo suficientemente fuerte como para inducir el orgasmo, y por ello algunas madres decidieron abandonar por completo la lactancia materna.
En 1988 un cuestionario sobre el embarazo y el orgasmo publicado en una revista holandesa para mujeres, preguntó: “Según tu experiencia ¿tuviste mientras amamantabas una sensación de excitación sexual?” El 34 por ciento (o 153 en total) respondió afirmativamente. Otro 71 por ciento contestó afirmativamente cuando se les preguntó: “¿Tuviste sensaciones placenteras en la región uterina?”.
Por otro lado, la lactancia erótica puede desarrollarse a partir de la lactancia natural de un bebé. Durante el período de lactancia, el compañero comienza a chupar el seno y continúa después de que el bebé haya sido destetado. La producción de leche es estimulada continuamente y el flujo de leche prosigue. Según el libro “Augustine and literature”, la relación adulta de lactancia puede ocurrir cuando una madre decide optar por seguir amamantando después del destete de un niño, por lo que evita el importante reto físico que la lactancia inducida puede acarrear.
Para muchos puede resultar asqueroso pero en realidad no lo es. Lo que ocurre es que enseguida pensamos en las connotaciones maternales y se nos revuelve el estómago, pero la RAL (Relación de Lactancia Adulta) consiste es una práctica sexual entre adultos, generalmente en parejas, tanto de orientación heterosexual como homosexual y lésbica.
Además de estos prejuicios ‘morales’, algunas mujeres pierden la capacidad de ser excitadas mientras amamantan y, por lo tanto, no encuentran aceptable o erótica la lactancia de una pareja sexual. Esto puede ser el resultado de razones físicas (dolor) o razones psicológicas (preocupación porque sus pechos son utilizados para amamantar al bebé).
Los pechos son una parte imprescindible en cualquier relación sexual debido a la capacidad que tienen de proporcionar placer a la mujer por el gran número de terminaciones nerviosas que poseen (algunas de ellas conectan con el clítoris). Pero lo normal es que las mujeres y sobre todo, los hombres, se olviden de ellos durante el periodo de lactancia.
Sin embargo, algunas parejas consideran la lactancia erótica como una práctica sexual más que refuerza su vínculo al conectar con sensaciones muy íntimas y primarias, al tiempo que permite un intercambio de roles muy morboso que puede incluso provocar orgasmos mucho más intensos.
Otro de los beneficios que se le podrían encontrar a esta actividad es que la estimulación de los pezones, de cualquier tipo, reduce la incidencia del cáncer de mama.
¿Sabías que antes del descubrimiento de la penicilina se recomendaba este método para los enfermos de tuberculosis? El mismo Camilo Jose Cela ha contado que de pequeño tuvo una tuberculosis como consecuencia de la guerra civil española y que después de estar lactando durante una año, se curó.
Como curiosidad te diré que el amamantamiento en adultos era practicado como una medida de sustentar la vida de algunos prisioneros durante las dictaduras militares; a los cuales les era privado el alimento como un castigo por su inclinación política o sexual.
Por otro lado, hay parejas que han optado por la lactancia erótica no solo por una cuestión sexual, sino para producir leche materna que pueda ayudar al sistema inmune de sus parejas, en el caso de que esta, por ejemplo, esté pasando por un cáncer.
Es cierto que no es una práctica muy extendida, y que incluso las parejas que practican la lactancia erótica lo mantienen en secreto. Y es que nuestra cultura (y en general la occidental) no tiene una gran opinión sobre la práctica, muchos la consideran una perversión.
No hace falta que lo diga pero bueno ahí va: incluir la lactancia dentro de las relaciones consentidas en la pareja es solo una opción más. En el sexo hay que hacer lo que cada uno prefiere, el espacio mental del deseo no puede estar contaminado por ascos, miedos o vergüenzas porque entonces el deseo sexual desaparece.
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