El Salvador detecta grupo de policías dedicados al sicariato

SAN SALVADOR (AP) — En una operación conjunta, las autoridades salvadoreñas desmantelaron el lunes una estructura criminal integrada por policías --algunos de las fuerzas elites-- y particulares que se dedicaba a asesinar por encargo.

“Presentamos esta estructura que operaba en el oriente del país dedicadas al sicariato... Tenemos a once agentes de la Policía Nacional Civil detenidos, y tenemos también a once personas civiles detenidas”, dijo en conferencia de prensa el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Rogelio Rivas.

El Ministerio Público informó que giró 39 órdenes de captura contra integrantes de esta estructura del crimen organizado que operaba en los departamentos de Usulután y San Miguel, en el oriente del país, y a los que se responsabiliza de 20 homicidios individuales, un quíntuple, un cuádruple, dos triple y seis dobles, además de 18 homicidios agravados tentados --es decir, que no se lograron consumar-- y de tres secuestros. Todos los delitos habrían sido cometidos entre 2016 y 2017.

El Fiscal General de la República, Raúl Melara, explicó que a todos se les imputan los delitos de homicidio agravado y agrupaciones ilícitas.

Melara dijo que quería ser enfático y advirtió que van a ser implacables en la aplicación de la ley sin importar quién haya cometido un delito. “Hay que ser claros, todo los delitos han ido cometidos por personas que estaban destinadas a proteger la vida de los salvadoreños (y) no merecen llamarse policías”.

Por su parte, el director general de la Policía Nacional Civil, comisionado Mauricio Arriaza Chicas, agregó la institución va a colaborar en todo lo que sea necesario con la Fiscalía “para poner a disposición a cualquier criminal aunque ande uniformado”.

El jefe policial informó que se habían girado órdenes de captura contra 14 agentes de la policía, pero que tres de ellos siguen prófugos. Algunos de los policías formaban parte de las fuerzas elites de la institución.

Para cometer los delitos, los imputados vestidos como policías y militares simulaban procedimientos oficiales como registros con prevención de allanamientos e ingresaban a las viviendas de las víctimas, las privaban de libertad y posteriormente, utilizando armas de fuego y armas blancas, las asesinaban en otro lugar y, en algunos casos en la misma residencia.

En 2018, un tribunal de sentencia condenó a penas de entre 3 y 184 años de prisión a 17 miembros de un grupo de exterminio en el que también participaban policías para cometer ejecuciones extrajudiciales.