La primera dama de Islandia habla sobre su ‘trabajo increíblemente extraño’: ‘No soy el bolso de mano de mi marido'

Eliza Reid se sincera sobre el hecho de ser la primera dama de Islandia y lo “increíblemente raro” que es el trabajo (Foto: Getty Images).
Eliza Reid se sincera sobre el hecho de ser la primera dama de Islandia y lo “increíblemente raro” que es el trabajo (Foto: Getty Images).

La primera dama de Islandia está desvelando lo que ella califica como un “trabajo increíblemente raro” que se caracteriza por apariciones públicas e ideas preconcebidas de que es un accesorio de su marido.

La canadiense Eliza Reid escribió un artículo de opinión para el New York Times en el que fue realista acerca del papel indefinido de primera dama que adquirió cuando su marido Guðni Th. Jóhannesson fue elegido presidente de Islandia en 2016. Pero más allá de las tareas que asume como esposa del jefe de estado, lo que más parece tratar de resolver Reid es la percepción que el público tiene del trabajo. La primera dama incluso citó una publicación hecha en Instagram por el presidente del Consejo Europeo Donald Tusk, quien se refirió a un grupo de mujeres en su misma posición –incluida Melania Trump– como “el lado luminoso de la fuerza”.

Melania, Brigitte, Małgosia y Akie – El lado luminoso de la fuerza. Jasna strona Mocy. #G7Biarritz

“Como esposa de un jefe de estado, el [post de] Instagram me dio escalofríos”, escribió Reid. “Es lamentable ver a mujeres independientes, mujeres inteligentes, reducidas a accesorios que existen para apoyar las motivaciones secretas de su marido, solo celebrados principal y mayoritariamente por sus elecciones de vestimenta o, tal y como implicaba el post de Tusk, su comportamiento recatado y amable”.

Reid siguió preguntando cuándo podríamos ver superada la idea de que las mujeres de los jefes de estado “se pasean” por ahí para catar vinos mientras sus homólogos masculinos se ocupan de los “asuntos serios”. También reconoció poder estar contribuyendo de forma involuntaria a esas ideas debido a que ella viaja y aparece en público con su marido.

“Todavía me molestan las veces en las que mi presencia se da por sentada en lugar de ser solicitado”, escribió. “No soy el bolso de mano de mi marido, como para que lo agarre cuando sale por la puerta a toda prisa y que se mantiene a su lado en silencio durante las apariciones públicas”.

Aun así, como feminista en una posición privilegiada, Reid está decidida a usar su voz para animar a otras personas a revisar las ideas preconcebidas asociadas a su papel.

“Soy consciente de la ironía que supone que yo esté en una posición privilegiada para ayudar a dar forma al debate en torno a la igualdad de género por algo que ha logrado mi marido”, dijo. “Estoy muy orgullosa de los logros de mi marido, pero nadie quiere ser juzgada como el accesorio de su marido”.

Kerry Justich