Atentado Londres

La calle se llena de flores mientras la policia sigue investigando si fue un acto aislado de dos islamistas radicales o no. Buscando conexiones de los asesinos que se recuperan en el hospital. Por el momento se interroga a dos detenidos más, un hombre y una mujer de 29 años. La sangrienta imagen de Michael Adeb Olayó, hijo de un nigeriano cristiano, británico de nacimiento, y convertido al islam hace 10 años, no atemorizaba al joven que le grababa. El terrorista justificaba su atrocidad, como los hermanos Tsarnáev en Boston, por el trato de occidente a los países musulmanes. Su víctima, Lee Rigby, de 25 años y padre de un niño de dos , había servido en Afganistán. Es el nuevo e incontrolable método del terrorismo yihadista, lobos solitarios a los que casi en ningun caso se les puede neutralizar hasta que no cumplen con su macabro objetivo. De momento lo más sensato parece ser calmar los ánimos. David Cameron ha calificado el asesinato como una traición al islam, y las principales organziaciones musulmanas del país lo han condenado publicamente. Los grupúsculos de extrema derecha ha encontrado la excusa perfecta para dar salida a su ira. 4 hombres han sido detenidos en las ultimas horas al intentar atacar varias mezquitas del país. Las autoridades han desplegado cerca de 1.200 policias adicionales en Londres.