Texas: Culpables padre e hijo por balear a agente

MCALLEN, Texas, EE.UU. (AP) — Un jurado del sur de Texas declaró culpables el viernes a un hombre y a su hijo en dos de tres cargos relacionados con la agresión a tiros en 2012 de un agente federal en una patrulla antinarcóticos.

El jurado federal declaró culpables a Pedro Alvarado y a su hijo Arnoldo Alvarado de agredir a un agente federal y de usar un arma de fuego en un delito al herir a Kelton Harrison, agente de la Policía de Inmigración y Aduanas (ICE).

Pero el jurado no pudo llegar a un veredicto en un cargo de intento de asesinato de un agente federal. Ese cargo fue declarado nulo y los fiscales dijeron que el lunes informarán si vuelven a encausar a los Alvarado por dicho cargo.

En un comunicado emitido después de los veredictos, Adelina Pruneda, portavoz del ICE, dijo que el departamento está "satisfecho con los dos veredictos de culpabilidad". Sin embargo, agregó, "estamos decepcionados de que el jurado no pudiera llegar a un acuerdo en torno al cargo restante".

Después del juicio, Carlos Andrés García, el abogado de Arnoldo Alvarado, dijo estar decepcionado por el desenlace del caso.

"Respetuosamente, estoy en desacuerdo con la decisión de la corte de no permitirnos el argumento de defensa propia", afirmó García. "Si hubiéramos podido hacer eso, así como presentar toda la evidencia con el fin de darle al jurado un panorama claro, el desenlace habría sido muy distinto".

Harrison recibió disparos desde dos vehículos cerca de Hargill en julio de 2012. Los fiscales dicen que la familia Alvarado participaba en el tráfico de drogas, pero los abogados defensores alegaron que actuó en defensa propia.

Los investigadores argumentaron que Pedro Alvarado despertó a dos de sus hijos la noche del 3 de julio de 2012 y que ambos adolescentes tomaron armas y subieron a la camioneta de su padre. Con él al volante, persiguieron una Jeep Grand Cherokee más de 3 kilómetros (2 millas) hasta que se salió del camino.

El vehículo fue baleado múltiples veces y Harrison recibió un tiro en la espalda, bala que sigue alojada en su espalda. El agente había estado vigilando el área como parte de una investigación a largo plazo sobre el narcotráfico.

Nadie ha insinuado que los Alvarado supieran que Harrison era un agente federal. El agente se recuperó y presentó su testimonio en favor de la fiscalía durante el juicio de una semana.