¿Para quién trabaja la gestora del PSOE?

Mucho se habló de la supuesta independencia de la gestora del PSOE que debía dirigir los designios del partidos socialista tras el golpe de estado interno que descabezó a Pedro Sánchez.

Los ‘susanistas‘ se vanagloriaron del perfil del asturiano Javier Fernándezpara reconducir el rumbo de la nave a la deriva. Mientras que los ‘sanchistas‘ aseguraron que se trataba de un guiño a Mariano Rajoy de cara al refortalecimiento del bipartidismo.

El caso es que, pasados ya unos meses de interinidad, ya hay datos para valorar la gestión. Según revela la encuesta de Sigma Dos para El Mundo, Fernández se sitúa como el tercer líder mejor valorado por los españoles, con un 4,13 de media. Eso es una mejoría con respecto de las últimas notas cosechadas por Pedro Sánchez antes de que le robaran la silla. Pero que los ‘susanistas’ no canten victoria.

Porque si se bucea un poco más en los resultados se observa que el presidente de la gestora es mejor valorado por los votantes del PP que por los del PSOE, de los que obtiene un suspenso. Lo votantes populares le dan un 5,21 mientras que los socialistas le dan un 4,82. Visto así parece que tienen razón quienes afirmaban que el giro del PSOE era para complacer al Gobierno.

Bueno, esa es la imagen del cabeza visible. ¿Pero qué hay del partido? La división interna del partido de la rosa se debía, entre otras cosas, al rechazo frontal de Pedro Sánchez a facilitar el Gobierno de Mariano Rajoy. Una postura que muchos miembros del partido que la abrazaron en un primer momento empezaron a aborrecer. ¿Por qué? Por el miedo a que, en unas terceras elecciones el PSOE perdiera aún más escaños en favor de la abstención, por un lado, y Podemos por otro, quedando así relegada a ser la tercera fuerza política del país.

Así lo hicieron saber el 4 de octubre cuando la mayoría de los diputados que tomaron la palabra en la primera reunión del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso con la gestora presidida por Fernández: “La peor opción para el partido y para España sería ir a terceras elecciones”, concluyeron.

De acuerdo, entonces siguiendo esas tesis dictadas desde Sevilla quedamos en que destronando a Sánchez y favoreciendo la investidura de Rajoy se abortaba el riesgo de las terceras elecciones y la caída libre del PSOE, ¿no?

Pues ojo con esto. Con el 34,8% de intención de voto el PP se consolida como primera fuerza política en sus dos primeros meses de gobierno, mientras que Unidos Podemos se coloca en segunda posición con un 22,5%.

¿Y el PSOE? La encuesta destaca que pierde 3,3% puntos en apenas seis meses, desde las elecciones de junio -del 22,7% al 19,4%- pasando de la segunda a la tercera posición en intención de voto.