Mejor no beses a Jessica Simpson

La polémica cantante norteamericana es alérgica a las cerdas, pero sólo a las del cepillo. Los odontólogos de todo el mundo se habrán quedado tan estupefactos como la presentadora Ellen DeGeneres al escucharla decir que sólo se lava los dientes tres veces a la semana para que no estén demasiado "relucientes". Pero para combatir el mal aliento ella tiene sus trucos.

El pasado miércoles 28 de abril Simpson acudió al programa 'The Ellen DeGeneres Show' para confesar ante millones de espectadores que no cuida su dentadura como el resto de los mortales. Si la razón más lógica de esta falta de costumbre podría ser la pereza, Jessica rozó el surrealismo al asegurar que lo hacía porque no le gusta que esté demasiado blanca, ya que de por sí siempre se mantiene impoluta.

"No me cepillo a diario porque tengo los dientes muy blancos y no me gusta sentirlos resbaladizos, pero uso 'Listerine' e hilo dental todos los días", confesaba la artista de 29 años ante el asombro de su interlocutora.

"Se me resbalan los labios por todas partes... No consigo que se queden en su sitio. Necesito que agarren con algo".

Pero la rubia, que cada vez que abre la boca se convierte en noticia por sus histriónicas declaraciones (quizás como técnica de marketing), tiene multitud de fórmulas para que nadie note su enemistad con el dentífrico.

"Cuando tengo los dientes sucios me froto con una camiseta o algo. Sé que es asqueroso, pero siempre tengo el aliento fresco. Es realmente extraño que tenga tan buen aliento", comentaba la también actriz. Lo que sorprende es que aún no tenga halitosis. Probablemente no se habrá dado cuenta. ¿O es que quizás su propósito era tomar el pelo a la audiencia?

Sea como fuere, la garganta de esta mujerona es un auténtico hervidero de sensaciones. Eso sí, todas extrañas. Su última adicción son los chicles de nicotina ya que, aunque no fuma, dice que masticarlos le aporta vitalidad.

"La primera vez que mastiqué un chicle de nicotina fue delante de la madre uno de mis mejores amigos. Yo estaba masticando y era como una fiesta en mi boca. Sentí fuegos artificiales. Cuando los tomo ahora me dan tanta energía como tres 'Red Bulls'", espetaba la 'sex-symbol'.

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