Freetown se paraliza por una cuarentena decretada por el brote del ébola

Las calles de la capital de Sierra Leona se veían desiertas el viernes, después de que el país de África Occidental comenzara un polémico periodo de tres días de confinamiento en un intento por detener el peor brote de ébola que se recuerda. en la imagen, una calle vacía de Freetown, el 19 de septiembre de 2014. REUTERS/Umaru Fofana

Por Umaru Fofana y Josephus Olu-Mammah FREETOWN (Reuters) - Las calles de la capital de Sierra Leona se veían desiertas el viernes, después de que el país de África Occidental comenzara un polémico periodo de tres días de confinamiento en un intento por detener el peor brote de ébola que se recuerda. El presidente Ernest Bai Koroma instó a los residentes a acatar las medidas de emergencia, mientras los trabajadores sanitarios, algunos vestidos con trajes para emergencias biológicas, iban casa por casa, analizando a los residentes y marcando la puerta de cada vivienda que visitaban con una tiza. Las estaciones de radio transmitían repetidamente mensajes para crear conciencia sobre el ébola y alentaban a los residentes a quedarse en sus casas. "Están luchando contra el ébola y rezamos para que sea erradicado", dijo Mariam Bangura a Reuters mientras esperaba en su casa en el barrio West End de Freetown. Otros residentes miraban desde ventanas y balcones las calles de esta habitualmente bulliciosa ciudad costera. Unos 30.000 trabajadores de la salud, voluntarios y profesores tienen previsto visitar hasta el domingo cada vivienda de este país de seis millones de habitantes, para educarlos sobe la enfermedad y aislar a los enfermos. En Freetown, los equipos de salud tuvieron que esperar varias horas para recibir sus paquetes con jabones, adhesivos y folletos. Algunos coches policiales y ambulancias con las sirenas encendidas eran el único tráfico en las calles vacías. Un vehículo de emergencia se detuvo en una casa para llevarse un paciente. El ébola ha infectado a unas 5.357 personas en África Occidental este año, principalmente en Sierra Leona, Guinea y Liberia, y causó la muerte de 2.630 de ellas, en la peor epidemia del virus desde que fue descubierto en 1976 en las selvas de África Central. Occidente, liderado por Estados Unidos, prometió en los últimos días aumentar su ayuda y Naciones Unidas dijo el jueves que desplegará una misión especial, calificando el brote como una "amenaza a la paz y la seguridad internacional". En Sierra Leona han muerto al menos 562 personas por la enfermedad. "Hoy, la vida de todos está en riesgo, pero superaremos esta dificultad si hacemos lo que se nos está pidiendo", dijo Koroma en un discurso televisado a última hora del jueves. "Estos son tiempos extraordinarios y requieren medidas extraordinarias", agregó. DUDAS SOBRE LA CAMPAÑA Muchos dudan si la campaña será efectiva. En un editorial, el diario de Sierra Leona Awareness Times calificó de "caóticos" los preparativos para el confinamiento y recomendó su aplazamiento. "Esta mañana muchas familias llamaron a la radio por la falta de alimentos en sus hogares", dijo Ahmed Nanoh, secretario ejecutivo de la cámara de agricultura de Sierra Leona. "Los precios de los alimentos han subido un 30 por ciento. Muchos hogares no pueden pagarlos y están pasando hambre", agregó. La organización Médicos Sin Fronteras, en el frente del esfuerzo para contener la epidemia, advirtió la semana pasada de que el confinamiento podría hacer que se escondan muchos casos, provocando una potencial expansión de la enfermedad. No obstante, un funcionario del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Roeland Monasch, dijo que la campaña "Ose to Ose", que significa "casa a casa" en el idioma local krio, sería una ayuda. "Si la gente no tiene acceso a la información correcta, debemos llevarles mensajes que salven vidas a donde viven, a la puerta de sus casas", afirmó. Los trabajadores de la salud se han enfrentado muchas veces a la profunda desconfianza de las comunidades locales, lo que obstaculiza los esfuerzos para detener el avance de la enfermedad. Ocho personas de un equipo que educaba a residentes locales sobre los riesgos del ébola en una remota zona del sudeste de Guinea fueron asesinadas y sus cuerpos arrojados a una letrina. Pese a reconocer los riesgos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió el viernes de que esta tragedia no debe afectar a los planes de educación sobre el virus. "Debemos continuar dialogando con la comunidad, explicando nuestro trabajo, mostrando nuestra empatía con las víctimas, con las familias, con las comunidades", dijo el experto de la OMS Pierre Formenty. Organizaciones no gubernamentales advirtieron en un comunicado conjunto de que la crisis del ébola podría hacer retroceder una década el progreso económico en Liberia, Guinea y Sierra Leona, y pidieron que más gobiernos se sumen a Estados Unidos en el esfuerzo por frenar la expansión del virus.