Los youtubers que se van a Andorra y la cara de idiota que se nos queda: lo que les pagamos entre todos los españoles.

Naces en España.

A España, a los españoles, nos cuesta 3.000 euros que nazcas en un hospital público con todas las garantías médicas.

Si naciste por cesárea súmale 1.000 euros más.

Y si requeriste algún tipo de atención -si fuiste prematuro, por ejemplo-, la factura ascendería a decenas de miles de euros.

No te voy a hablar del coste de las carreteras por las que circuló el coche de tus padres cuando volvieron a casa contigo recién nacido. Ni de lo que tendrían que haber pagado tus padres cada vez que te llevaron al pediatra, o con cada vacuna administrada para no enfermar -te hubiera podido matar la varicela, o el sarampión, o la difteria, o la tosferina, o la rubéola...-. Podría hablarte de eso y de los casi 700 euros al mes que hemos pagado todos los españoles con nuestros impuestos para que pudieras ir al colegio. Multiplica eso por año escolar y por todos los cursos desde que ingresaste en educación infantil. Mínimo 11 años -desde los 6 hasta los 16-, son 77.000 euros. Pero, oye, igual quisiste estudiar desde los tres años hasta la Universidad-. Según los estudios universitarios que curses, ponle más de 20.000 euros al año. Y si abandonaste la carrera antes de terminarla aún nos cuestas más, porque no estás formado y es dinero “tirado a la basura”. Que uno de cada tres estudiantes abandonen un grado en una universidad pública sin concluirlo supone al Estado 680 millones de euros al año, lo mismo que cuestan las políticas de acceso a la vivienda y fomento de la construcción.

Súmale también las veces en que has ido al médico. Los medicamentos con receta que has tomado. Todas las infraestructuras públicas que has utilizado. Los viajes en metro o autobús -subvencionados, por cierto- . Los trámites que hiciste con la Administración. Las leyes, los decretos o las normativas que se te han aplicado. Las que se han tramitado y que te permiten prácticamente todo lo que haces al día. La policía que te ha protegido o la que ha puesto entre rejas a delincuentes que podrían haber robado en tu casa. También has tenido a disposición cuerpos de bomberos por si se incendiaba tu vivienda o necesitabas un rescate. A la UME también la tienes a tu servicio, que actúa de emergencia en catástrofes, como la última e histórica nevada. O a la Guardia Civil, que, entre otras muchas cosas, iría a por ti si te pierdes en la montaña.

Y tantas, y tantas cosas para las que sirven los impuestos.

De todo eso te has beneficiado y todo eso hemos pagado todos los españoles.

Cuando empiezas a trabajar devuelves todo ese dinero en forma de impuestos. Y sigues beneficiándote de ellos.

Porque, recordemos, los impuestos en España son solidarios, y gracias a ellos tenemos Estado de Bienestar. El argumento de que los youtubers ya han pagado bastante con lo que han ganado estos años cotizando en nuestro país se desmonta fácilmente. Si cada uno recibiera del Estado acorde a lo que gana, la inmensa mayoría de españoles no podría ni tendría derecho a escolarizar a sus hijos (os recuerdo: casi 700 euros al mes cuesta la educación obligatoria en un centro público) ni mucho menos a un tratamiento contra el cáncer (por ejemplo, tratar un cáncer de mama cuesta, de media 30.000 euros al año).

¿Seguimos siendo solidarios, o que se vayan de España a cotizar a Andorra los que ganan más de 60.000 euros al año, que pagan un 45%, y los que ganan más de 300.000 que pagan un 47%?

A ver cómo se mantiene el Estado del Bienestar con el resto de cotizantes.

Y ahora resulta que tú, youtuber, te vas a vivir a un paraíso fiscal que no ha pagado nada por ti -le has salido gratis- y que se va a beneficiar económicamente de todo lo que ganas a partir de ahora.

Porque Andorra no produce nada y sólo vive de los impuestos que recauda a personas como tú. Que sí, que ahora pagarás un 10% de IRPF en vez del 47% de España -tipo máximo a partir de los 300.000 euros de ganancia-, y que en vez del 21% de IVA sólo pagarás un 4,5%.

Andorra no tiene industria. Ni extensas zonas cultivables -sólo es cultivable el 2% del territorio, y se dedica prácticamente en su totalidad al tabaco-. De hecho, prácticamente toda la comida y útiles materiales la importa. Andorra vive de los impuestos “sustraídos” a otros países -de personas que han cambiado su residencia-, del turismo -los servicios representan el 80% del PIB de Andorra, con más de once millones de visitantes al año y 270 hoteles y 400 restaurantes en una superficie de 468 kilómetros cuadrados, 130 menos que Madrid, por ejemplo- y de las ventas de bienes de consumo, al beneficiarse de su condición de zona franca y poder abaratar los precios.

Sólo con que vivas 183 días al año.

La mitad del año.

El resto de los días, la otra mitad del año, puedes seguir, si quierese, viviendo en España, y los españoles seguiremos pagando todos los servicios públicos que uses o necesites aquí.

Porque pagamos nuestros impuestos.

Y se nos queda cara de idiotas.