El consumo de pescados grasos ayuda a prevenir las alergias nasales infantiles

Por Lisa Rapaport (Reuters Health) - Un equipo de Suecia observó que los niños que consumen ciertos tipos de pescados grasos son menos propensos que el resto a tener alergias nasales. Los investigadores estudiaron la dieta de un grupo de niños de ocho años y, luego, los siguió hasta los 16 años para determinar si desarrollaban inflamación nasal por alergia o resfrío. El consumo regular de pescados grasos, como el salmón, estaba asociado con una disminución del riesgo de padecer rinitis alérgica o inflamación de la membrana mucosa de las fosas nasales. Es posible que el consumo de pescado prevenga la aparición de la rinitis, pero una dieta saludable con todos los grupos alimentarios tendría el mismo efecto en el bienestar general, según comentó Diana Di Fabio, nutricionista pediátrica de la Clínica de Cleveland para Niños, Ohio. "El consumo de pescado a los ocho años sería un indicador simple de alta calidad alimentaria", dijo Di Fabio, que no participó del estudio. "Los niños que son quisquillosos con la comida tienden a evitar el consumo de alimentos ricos en omega 3, como el pescado, los mariscos, las nueces, la espinaca y los porotos de soja. Los niños que tienden a consumir esos alimentos en cantidad son más propensos a tener una dieta equilibrada", explicó. La rinitis es una de las enfermedades crónicas más comunes en la niñez, según publica en Journal of Allergy and Clinical Immunology el equipo de Jessica Magnusson, nutricionista del Instituto Carolino, Estocolmo. Al inicio del estudio, padres y niños respondieron con qué frecuencia los más pequeños consumían 98 alimentos y bebidas comunes en Suecia. En el campo "pescados", se les preguntó exclusivamente sobre variedades como el arenque, la caballa y el salmón, como así también alternativas no tan grasas como el bacalao, el abadejo, el lucio, el atún y los bocaditos de pescado. Los padres también respondieron si sus hijos tenían síntomas de rinitis, como estornudos, rinorrea o reacciones oculares al estar en contacto con mascotas con pelaje o polen después de los cuatro años. El 19 por ciento de los niños tenía esos síntomas. El 21 por ciento de los 1.590 niños sin síntomas de rinitis a los ocho años desarrolló rinitis alérgica a los 16. Un 15 por ciento desarrolló rinitis no alérgica a la misma edad. El consumo total de pescado no estuvo asociado con la rinitis entre los ocho y los 16 años; tampoco lo estuvieron los bocaditos de pescado ni las opciones menos grasosas, como el atún y el bacalao. Pero el consume de pescados grasos estuvo relacionado con casi un 50 por ciento menos de riesgo de desarrollar rinitis alérgica y, también, rinitis no alérgica, aunque no como para descartar la posibilidad de que en ese segundo caso se debiera al azar. "Como no ingerimos nutrientes únicos, el mensaje es lo que decimos siempre: hay que comer más verduras, menos carne", dijo Samantha Heller, nutricionista del Centro para el Cuidado Musculoesquelético y Rendimiento Deportivo de New York University, y que no participó del estudio. FUENTE: Journal of Allergy and Clinical Immunology, online 4 de julio del 2015.