La dislexia: signos de alarma

Por: Silvia Renata Figiacone

Mateo tiene ocho años. Hizo su jardín de infantes con naturalidad y, al llegar al primer año de la escolaridad primaria, comenzó a presentar algunas dificultades para seguir el ritmo en el aula. Sus padres acompañaron mucho el proceso de aprendizaje de la lectoescritura, lo ayudaron con las tareas y lo estimularon de manera frecuente. A pesar de ello, al promediar el segundo ciclo de la escolaridad básica, Mateo aún no leía con la fluidez que lo hacían sus compañeros, y la brecha con ello no parecía disminuir sino aumentar. Hacia fines de la cursada de su segundo año seguía sin leer fluidamente y le recomendaron a sus padres que hicieran una consulta con un psicopedagogo. El diagnóstico surgido a partir de la intervención del profesional fue dislexia, un trastorno del desarrollo del sistema nervioso central que dificulta la adquisición de la lectoescritura.

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Mateo tiene buena relación con sus compañeros, es buen deportista y aprende con facilidad todo tipo de información a la que no se accede a través de la lectura. Ese es uno de los signos más característicos de la dislexia: su especificidad. La dislexia es un trastorno específico. Eso quiere decir que solo se afecta la adquisición de la lectoescritura o la resolución de actividades que la involucran (seguir instrucciones escritas por ejemplo); típicamente sin que se afecten habilidades socioemocionales y otro tipo de aprendizajes académicos (como las matemáticas por ejemplo).

Cuando a Mateo se le otorga posibilidad de dar respuesta a las tareas académicas de manera oral, su nivel de rendimiento es mayor al que se aprecia cuando lo hace de manera escrita. Cuando se le leen las consignas responde más favorablemente que cuando las lee él y necesita tiempo extra para terminar las actividades de aula porque es un poco más lento que sus compañeros, su velocidad de procesamiento está disminuida a causa de la presencia de la dislexia.

¿Cómo saber si es posible que mi hijo tenga dislexia?

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En general el diagnóstico de dislexia debe ser hecho por un profesional en psicopedagogía que pueda documentar la presencia de los criterios de diagnóstico y orientar en relación al tratamiento necesario. Es importante saber que todos los trastornos del desarrollo pueden cursar con dificultades asociadas a la lectoescritura y lo que debemos considerar para pensar en dislexia es que todo el resto de las áreas del desarrollo están desplegándose de acuerdo a lo esperado para la edad cronológica.

En jardín de infantes

No es posible hacer diagnóstico de dislexia hasta que los chicos reciben instrucción específica para aprender a leer y escribir. Sin embargo el profesional rastreará antecedentes que son característicos:

- Dificultad para aprender con facilidad canciones del jardín
- Dificultad para cristalizar el aprendizaje de nociones temporales y secuencias
- Menor incremento de vocabulario que el esperado en chicos de su edad
- Dificultades asociadas a la grafomotricidad
- Dificultad para retener información verbal
- Dificultad de memoria inmediata (de trabajo) verbal
- Menor velocidad de procesamiento durante la realización de actividades de aula


En primer y segundo grado (o más allá, especialmente cuando no se ha intervenido profesionalmente)

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- Dificultad para aprender y diferenciar el nombre y el sonido de la letra
- Dificultad para afirmarse en el conocimiento de letras que pueden expresarse en más de un sonido
- Dificultad para identificar letras que se dibujan parecido (b y d) o que suenan parecido (c y s)
- Inversión en la lectura y escritura de letras y palabras (b x d , sol x los)
- Sustitución en la escritura y escritura de palabras (el x le, casa x saca)
- Dificultad para copiar del pizarrón, no llega a terminar de copiar y quedan incompletas las actividades
- Menor velocidad de lectura que la esperada para chicos de su edad
- Lectura silabeante, entrecortada
- Menor capacidad para retener en mente la información del texto
- Dificultad para aprender rimas y poesías o cualquier aprendizaje verbal que tiene que ocurrir de memoria
- Dificultad para aprender las tablas de ,multiplicar

Fuera de la escuela

- No tiende a leer carteles en la calle ni se acerca a leer el periódico o un libro mientras un adulto lo hace
- Demuestra menos interés por actividades que involucran letras
- Puede presentar alguna dificultad para memorizar nombres de personas o personajes o sustituir una palabra por otra al hablar
- Tiene un familiar directo (tío, padre, hermano, etc.) que es disléxico o tuvo antecedentes de dificultades con la lectoescritura
- Funciona muy bien en todo otro tipo de tareas y situaciones, la dificultad solo se hace evidente cuando la lectura o escritura están de por medio

Frente a la presencia de algunos de estos signos de manera aislada no es necesario preocuparse, muchos de ellos se ven en chicos que no presentan trastorno lector. Por otra parte es importante destacar que no toda dificultad de lectura es producto de la presencia de una dislexia. La intervención profesional es indispensable, tanto para hacer el diagnóstico como para orientar el tratamiento de la dificultad. Cuanto más temprano sea detectado el trastorno y mejor y más temprano se oriente su rehabilitación, mejor será el pronóstico a futuro.

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