Vicente Fernández era "adicto a los aplausos" y así era cómo él mismo describía su música

Don Chente confesó que pese a su larga trayectoria seguía sintiendo nervios al subirse a un escenario pero desaparecían cuando escuchaba a su público. Quería que sus hijos lo recordaran como un hombre con dos grandes adicciones: al trabajo y los aplausos.