¿Qué significa ser una mujer gordita hoy?

Texto: Mariana Israel

Ser una mujer gordita hoy, ¿se asocia a las curvas? ¿A las libras de más? ¿Es sexy? Si buceamos en los libros de historia, las figuras de las divinidades femeninas nunca fueron esqueléticas como las mujeres actuales. Da Vinci no pintó a una Mona Lisa escuálida, sino rellenita. Hoy pensaríamos que tenía sobrepeso, pero para la época era una belleza. ¿Cómo se percibía antes la gordura? ¿Y en la actualidad?

La gordura, símbolo de estatus

Te costará creerme, pero hubo un tiempo en el cual la gordura era un signo de buena posición económica. El esfuerzo por cazar y labrar la tierra mantenía a todos esbeltos. El exceso de peso era un lujo de los pocos que no trabajaban. Era un símbolo de fortuna.

En el siglo XIX, las mujeres rellenitas seguían siendo deseadas, porque se asumía que podían atravesar el parto y dar a luz a niños sanos. Los angelitos rechonchos del Barroco se asociaban a la salud. Las mujeres tenían “permiso” de ser gordas, sin sacrificar ser bonitas.


[Relacionado: ¿Qué ves cuando te miras desnuda frente al espejo?]


¿Curvilínea o gorda?

Volvamos a nuestros tiempos. En el siglo pasado, la delgadez extrema ganó tanto terreno, que hasta se consideraba gorda a Marilyn Monroe. La diva era un ícono de belleza indiscutible en los ojos de los varones, aunque las mujeres de la época creían que era demasiado voluptuosa. Algunos rumores la acercaban a las tallas 12 a 16; sin embargo, una serie de desmentidas aseguran que su talla… ¡era 8! Tenía curvas, sin duda, caderas anchas y unas pompis dignas de Jennifer López, pero hoy jamás diríamos que era gorda. ¿Estaremos relajando nuestros estándares? (¿Por fin?)

La sociedad actual al menos traza un límite claro entre las mujeres curvilíneas y las robustas. En el mundo de la moda, se acepta cada vez más a las ex “rellenitas”. La silueta ondeada se asocia a sensualidad. “Amo las chicas sexies, con curvas. Los ‘palillos’ no son para mí”, anunció nada menos que el diseñador Michael Kors a CNN. Y no es el único que piensa de esta manera. Fíjate cómo los íconos actuales de sensualidad femenina están encarnados por famosas voluptuosas, como Jennifer López, Beyoncé, Ninel Conde o Kate Upton. Nadie diría que son mujeres gorditas, como en una época se le tildó a Marilyn.


[Relacionado: ¿Es posible ser una gordita feliz?]


Justamente, Upton ilustra la última portada de Vogue. Anna Wintour, editora de la revista, afirmó a CNN que la eligió por ser “una modelo accesible” con una “cualidad de ‘chica de la casa de al lado”. La top model sonreía feliz por el reconocimiento: “Creo que ser saludable y amar tu vida es lo importante. Si eso significa que eres curvilínea, genial. Me alegra que se esté aceptando”, admitió al medio mencionado.

Cuestión de gustos

La delgada línea entre una mujer rellenita y una curvilínea, también variará según el país. Para los centroamericanos, una chica que tiene “de dónde agarrarse” es sexy, pero para un argentino probablemente sea gorda. “Ni flacas, ni llenitas, simplemente proporcionadas, cada cosa en su lugar”: el secreto de la perfección según Juan, argentino de 28 años.


[Relacionado: Fatkini y polémica XXL]


Consulté a varios de mis amigos y todos llegaron a la misma conclusión: prefieren un cuerpo curvilíneo, que definen como “que tenga carne”, a uno esquelético. ¿Dónde trazan la frontera de la gordura? “Cuando la chica tiene grasa flácida en exceso, que ya deforma el cuerpo, y su rostro se ve hinchado”, define Tomás, de 30 años.

Para ti, ¿qué significa ser una mujer gordita hoy?


Fuentes consultadas: CNN (cnn.com) y Today I Found Out (todayifoundout.com).