M. del Fresno

    Doctor en Sociología. Docente e investigador en la UNED y también profesor invitado en otras universidades de España; y profesor visitante en U.C. San Diego, U.C. Berkeley (EEUU) o Universidad de la República (Uruguay) en otras

  • Manual de resistencia para políticos desorientados

    La auto conservación de los políticos se ha convertido en una técnica de supervivencia en un medio hostil, de la que pueden inferirse ciertas estrategias a la hora de mantenerse vivos políticamente. En la nueva política la supervivencia no consiste ya en ser uno mismo siempre (socialista, comunista, liberal, conservador, democristiano o recurrir al programa, programa…) ante un contexto inestable sino en saber transfigurarse en función de las circunstancias cambiantes.

  • El final de los experimentos con la nueva política

    Se trata del inicio del fin de los experimentos de los votantes con los nuevos partidos como Podemos o Ciudadanos. Más partidos no significan ni mejor representación ni una mejor gestión pública, la mayor exigencia a los políticos profesionales. La paradoja del multipartidismo es que ha incrementado la inestabilidad y la ingobernabilidad (un ejemplo es que el gobierno PSOE-Podemos sigue con los mismos presupuestos que aprobó el PP en época del ministro Montoro).

  • Esperando el relato del PP para España

    Las demandas sociales, con la pandemia a cuestas, no se centran en el debate de las alianzas políticas sino de la aptitud y competencia como gestores públicos de los gobernantes. Desde la política profesional parece haberse desatendido la obligación de trasmitir un relato coherente -no solo mensajes- sobre cómo debe ser un país. Y, en la misma medida, la necesidad de establecer un sistema de selección y promoción de los perfiles más competentes y con mayores conocimientos para dirigir y gestionar, de forma íntegra, un país. 

  • Nubarrones sobre los datos de las muertes por Covid en España

    Gran parte de la polémica se debe a que el 19 de marzo Pablo Iglesias se puso “al mando de los servicios sociales de toda España”. Algo que La Sexta recogió añadiendo que “el ministro Illa ha puesto al mando de los servicios sociales de toda España al vicepresidente Pablo Iglesias, que ha anunciado todas las actuaciones que se llevarán a cabo con los 600 millones”. Hechos que el 9 de junio, 82 días después, Iglesias “niega el mando único en las residencias" al tiempo que, en referencia a la presidenta de la Comunidad de Madrid, ha calificado la gestión de las residencias de Madrid como "un auténtico escándalo, si no es un crimen".

  • ¿Tiene el gobierno un problema de comunicación o de credibilidad?

    La reconstrucción de la relación entre el gobierno y los ciudadanos debería orientarse, primero, a la recuperación de la credibilidad y, después, de la confianza. La credibilidad se gana con transparencia y la confianza con coherencia.

  • El milagro económico de la pandemia según el CIS

    Las ciencias se basan en la confianza compartida en la integridad de los investigadores y de los métodos de investigación. Dicho de otra forma, si la ciencia no es íntegra y consistente la sociedad pierde la capacidad para diferenciar la ciencia de la pseudociencia. El cambio que ha provocado el CIS en los barómetros, junto a otros muchos que merecen comentarios a parte, en una serie histórica de más de 40 años es único porque refleja un milagro económico que nos ha pasado desapercibido a la sociedad española. Eso, claro, o el barómetro está mal rediseñado. Y si está mal rediseñado es de forma intencional o por incompetencia.

  • Twitter y la guerrilla de relatos políticos

    hemos cruzado el umbral de la posverdad y hemos llegado a la pospolítica. El discurso político se ha ahormado a las plataformas y ha generado un diluvio de mensaje simples, directos, bruscos y sin descanso. Es una comunicación en bucle, sin principio ni final, con un propósito central: los otros como enemigo interior y ser recibidos de forma visceral. Por tanto, comunicar lo que sea es más importante que lo que se comunica. La clave reside en no interrumpir el streaming. De los perfiles oficial del PSOE, Podemos, PP y Vox en Twitter* aunque o cambia nada en Facebook o WhatsApp.

  • El momento populista de Vox y la gran ola del coronavirus

    La pandemia ha detenido la sociedad y la economía, pero ha acelerado la política de los extremos. Los populismos de la derecha y la izquierda radical, como laboratorios del autoritarismo, son alarma que parece estar silenciada.

  • La política del coronavirus: cómo algunas preguntas del último CIS manosean las respuestas

    Lo peor de los estudios de opinión sesgados o tendenciosos no es que el escepticismo con los estudios de opinión pública deslegitima a los investigadores serios y comprometidos con el conocimiento y las verdades fácticas. Este tipo de prácticas estimulan el escepticismo en la sociedad y la pérdida de confianza en las instituciones. Eso lleva a que las sociedades abran la puerta a líderes oportunistas que defienden más regulación, control y menos libertad con discursos totalitarios de izquierda o derecha. Ese es su lado perverso.

  • El Coronavirus y el momento populista de Podemos y Vox

    En pocas semanas se ha ido creando el caldo de cultivo para que el populismo radical se haga visible y se extienda en España con una libertad, también, sin precedentes. Dos momentos populistas radicales pugnan en rumbo de colisión. Por un lado, el momento republicano-marxista-leninista de Podemos. Por otro, el momento populista de la derecha radical renacionalizadora de Vox ya analizado en esta columna. Se trata de dos formas irreconciliables de entender no solo la política sino la sociedad, que seguirán avivando la tensión ideológica en los próximos meses con consecuencias, todavía, imprevisibles.

  • Qué hemos aprendido ya del coronavirus

    La segunda conclusión no es que el sistema haya fallado, sino que no hay ningún sistema. De hecho, ya habíamos tenido avisos muy serios en el siglo XXI el SARS en 2003, la gripe aviar (H5N1) en 2005, la gripe A (H1N1) en 2009-2010, el Ébola en 2014, Zika en 2014.

  • La factoría ideológica de Podemos a todo gas

    Es un misterio cuasi insondable para todos los que somos la gente, según nos denominan desde Podemos, cuáles son los mecanismos por los que personas sin formación específica, ni méritos previos, ni experiencia en el servicio público llegan a ministros o muy altos puestos de responsabilidad en el gobierno de España.

  • #PSOEPODEMOS la casta de la gente sin presupuestos

    el gobierno #PSOEPODEMOS ha generado a la población expectativas de mejoras para las que tiene muy poco –o ningún- margen y, por tanto, el cambio real será mucho menor que el prometido. Lo que puede tener como consecuencia el incremento de la frustración y el resentimiento de amplias capas sociales. Por cierto, las mismas clases sociales por las que compite Vox

  • Desmontando a Vox

    Aunque sea probable que nostálgicos franquistas o fascistas hayan encontrado refugio en Vox, de ello no puede deducirse que los votantes Vox sean franquistas o fascistas. O dicho de otro modo ¿qué ha sucedido para que en 2019 brotasen más de 3 millones de franquistas, fascistas o nazis que no había en 2015 en España?

  • Antisistemas a sueldo del Estado

    ERC, Junts per Catalunya, EH Bildu, CUP y BNG son partidos antisistema dentro de las instituciones, trabajando con los recursos del sistema por acabar con el sistema que vertebra España desde la aprobación de la Constitución de 1978.

  • La agenda política a distancia de los problemas de la gente

    Si comparamos la agenda de los ciudadanos frente a la agenda política y, la de su espejo, la agenda de los medios de comunicación podemos deducir que la lucha contra el principal problema nacional como el paro y la mejora de la calidad del empleo está lejos de copar las narrativas políticas, las portadas de medios de comunicación, las tertulias y los debates parlamentarios.

  • La política del espectáculo y el silencio del Congreso

    Oramas justificó su estéril disidencia «Ni soy una facha ni los diputados del PSOE y Podemos están con los terroristas» situándose de forma voluntaria y en solitario en el centro exacto del terreno político de nadie. Por eso mismo la diputada Oramas al finalizar su discurso solo obtuvo, de los de los 349 diputados presentes, el silencio como respuesta. Tras horas y horas de aplausos, bronca, pateleos y algo de debate, solo consiguió el silencio de sus colegas.

  • El nacionalismo del siglo XXI o cómo lo personal se convierte en política

    Los nacionalismos del siglo XXI están asociados, en buena medida, con la derecha ideológica -aunque no de manera exclusiva- y presentan algunos rasgos comunes como la antiglobalización, la exaltación de los rasgos nativos históricos o biológicos de las poblaciones autóctonas, la defensa del proteccionismo económico, la oposición a la inmigración, la defensa de valores tradicionales o religiosos, etc. Y, sobre todo, es común a todos los nacionalismos un repliegue psicológico a zonas de seguridad nostálgica comunitaria sea local, regional o nacional (en muchas ocasiones imaginadas o inventadas) donde no existe el conflicto. Ejemplos icónicos de ese repliegue son el Make America great again o el Take back de control.

  • Todos (o casi) contra el Estado

    La izquierda ideológica podría estar creyendo que con un gobierno PSOE-UP y el apoyo del independentismo catalán y vasco podría forzarse el cambio de la organización territorial de España.

  • Pedro Sánchez, el abrazo "histórico" y los ERE: un maestro nacional del ajedrez político

    Pedro Sánchez se ha consumado, con bastante discreción, como un maestro nacional del ajedrez político, enrocándose con UP antes de la sentencia de los ERE y clavando a Pablo Iglesias en el eje de defensa del PSOE. O en términos marítimos: ante la tempestad de la corrupción, Sánchez ha amarrado a Iglesias con él al palo mayor del PSOE.